La emergencia sanitaria nos ha llevado a construir nuevas formas de relacionarnos: en el trabajo, la escuela y con nuestros seres queridos, lo que a muchos los ha conducido a vivir estos meses con inquietud emocional, sin embargo, la pandemia también es una oportunidad para reflexionar, prosperar y crear un futuro más humano.
Ante estas situaciones, la responsabilidad universitaria es fundamental para apoyar el cuidado de la salud emocional y aprender a mantener la calma.
El escenario actual nos ha llenado de retos inesperados en todas nuestras instituciones.
Nos ha dejado ver la capacidad que tenemos como seres humanos para encontrar posibilidades, y superar los tiempos complicados: porque el trabajo y el cuidado emocional de la familia continúan en los hogares, por lo que la pandemia también ha sido un conector de reflexión con nuestra actividad, y un promotor de solidaridad y empatía para ayudarnos a prosperar.
Inteligencia emocional: solidaridad y empatía
A lo largo de nuestra vida hemos implementado procesos diseñados para entornos específicos. Dada la aceleración de cambios que nos rodean estamos reconociendo la necesidad de rediseñar la forma en la que conectamos con todas nuestras actividades.
Las personas están colaborando entre sí de manera virtual, traduciendo esa actividad en reuniones más productivas sin tener que trasladarse a otro lugar: hay aspectos positivos, sin embargo, la pandemia también ha exacerbado las vulnerabilidades y las desigualdades existentes.
Ante los acontecimientos actuales, como seres humanos es tarea de todos poder prevenir escenarios trágicos.
Porque todos tenemos derecho a desarrollarnos en todas las dimensiones de la vida; para lo que es esencial un profundo sentido de solidaridad y empatía.
Por ello la educación y la responsabilidad universitaria social son vitales para formar personas más conscientes.
Las acciones para hacer frente a la pandemia nos han hecho detenernos para replantearnos entre nosotros de manera distinta.
Así como nos enfrentamos a nuevas prácticas laborales, esta situación también nos ha hecho que miremos hacia nuestro interior, por lo que es necesario aprender a identificar las emociones que sentimos para luego encontrar una solución: en estos tiempos la inteligencia emocional se vuelve una clave para mantener la calma y lograr actuar con empatía en nuestro entorno.
Es necesario saber cómo actuar. Tenemos la posibilidad de construir una mejor normalidad; una normalidad más solidaria y empática, centrada en el ser humano.
Por esta razón las universidades llevan una gran responsabilidad universitaria para brindar herramientas y enseñarle a los jóvenes la importancia y el cuidado de su bienestar emocional, para que después logren incidir en la transformación social.
En Incarnate Word encontrarás información, espacios y herramientas para apoyar tu bienestar, ponemos a tu disposición asesoría psicológica.
Puedes escribirnos a:
Lilia Maldonado (coordinadora Consejo Psicológico) lmaldonado@ciw.edu.mx
Máyela Pérez (coordinadora licenciatura en Psicología) mayela.perez@ciw.edu.mx