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Ansiedad: Cómo Detectarla y Tratarla Desde una Perspectiva Multidisciplinaria

La ansiedad es una emoción humana universal que, en su expresión adaptativa, nos ayuda a enfrentar desafíos y a mantenernos alertas. Sin embargo, cuando se vuelve persistente o desproporcionada, puede interferir significativamente con el bienestar y la funcionalidad diaria, convirtiéndose en un trastorno. En este artículo, el Mtro. Fernando Arias, Docente en la Licenciatura en Psicología, nos explica cómo se percibe la ansiedad desde diferentes enfoques, como la psicología, el psicoanálisis y la psiquiatría, así como las herramientas que utiliza cada una de estas disciplinas para entender, detectar y tratarla.


¿Qué es la ansiedad y cómo detectarla?

Desde la psicología, la ansiedad se define como un estado emocional caracterizado por una sensación de inquietud, temor o preocupación ante una amenaza percibida, ya sea real o imaginaria.

Sus manifestaciones pueden incluir síntomas físicos como taquicardia, sudoración excesiva, temblores o problemas gastrointestinales, así como síntomas psicológicos, como irritabilidad, dificultad para concentrarse y pensamientos intrusivos.


El psicoanálisis, por su parte, considera la ansiedad como una señal interna de conflicto inconsciente. Sigmund Freud la describió como un indicador de que el “Yo” está lidiando con demandas desbordantes del “Ello”, el “Superyó” o el mundo externo.

En este contexto, detectar la ansiedad implica explorar los significados profundos detrás de los síntomas, prestando atención a sueños, lapsus y patrones repetitivos en la vida del paciente.


Desde la psiquiatría, la ansiedad es abordada como un trastorno clínico con criterios diagnósticos específicos, según clasificaciones como el DSM-5 o la CIE-11. Los psiquiatras evalúan la duración, la intensidad y el impacto de los síntomas en la vida diaria para determinar si se trata de un trastorno de ansiedad generalizada, una fobia, un trastorno de pánico o algún otro subtipo.


Tratamiento ansiedad

En el enfoque psicológico, las terapias cognitivo-conductuales (TCC) son ampliamente utilizadas para tratar la ansiedad. Estas terapias buscan identificar y modificar patrones de pensamiento disfuncionales y enseñar estrategias para manejar los síntomas, como técnicas de relajación, exposición gradual a las situaciones temidas y reestructuración cognitiva.

 


El psicoanálisis, en cambio, se centra en el autoconocimiento y la exploración de las raíces inconscientes de la ansiedad. A través del análisis de la transferencia, la asociación libre y la interpretación, se ayuda al paciente a identificar conflictos internos no resueltos que podrían estar alimentando su malestar.

Aunque este enfoque tiende a ser más prolongado, puede proporcionar una comprensión profunda y un cambio duradero.


En la psiquiatría, el tratamiento se enfoca en el manejo biológico de la ansiedad. Se pueden recetar medicamentos como benzodiazepinas (para alivio a corto plazo) o antidepresivos como los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), que son efectivos para el tratamiento a largo plazo.

La combinación de fármacos con psicoterapia suele ser la estrategia más eficaz en casos severos.

 


Conclusión

La ansiedad es un fenómeno complejo que puede abordarse desde diferentes perspectivas, cada una ofreciendo herramientas complementarias. Mientras la psicología proporciona técnicas prácticas y conductuales, el psicoanálisis profundiza en los significados subyacentes, y la psiquiatría asegura un manejo biológico adecuado.

La integración de estos enfoques permite ofrecer un tratamiento más integral y personalizado, ayudando al paciente no solo a aliviar los síntomas, sino también a transformar su relación con la ansiedad.

 

 

Mtro. Fernando Arias Caballero De Miguel Docente en la Licenciatuar en Psicología

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