Seguramente has notado en las últimas semanas, la presencia de un increíble perro labrador en las instalaciones de la Universidad Incarnate Word. Se trata de “Franco”, un hermoso perro guía que asiste a Monserrat Valdéz, quien cursa su Teacher´s Diploma Program en el CIW para convertirse pronto en profesora de inglés.
A través de Monse, Franco nos hizo llegar una increíble carta donde nos explica cómo las personas deben comportarse frente a un perro guía, ya que el trato entre una mascota y un perro asistente es muy diferente.
Franco y Monserrat, parte de la comunidad Incarnate Word
Franco nos explica en su carta que la comunicación es vital entre el perro y su dueño para tomar las mejores decisiones entre los dos.
Te dejamos la carta:
Guau hola, mi nombre es Franco y soy un perro guía, quiero enseñarte cómo debes actuar cuando te encuentres conmigo asistiendo a Monse (mi manejadora).
Antes que nada, déjame decirte que soy un perro de asistencia, no una mascota, por ello, el trato que se debe tener hacía mí no es el mismo que hay que tener hacía un perro normal.
Mi comportamiento como perro guía, así como el trato que se me debe dar es totalmente diferente al de los perros mascota.
No me tengas miedo
Como perro guía, debo ser respetado en mi doble función de asistente y acompañante de la persona a quien asisto.
Por favor, no me acaricies, ni intentes llamar mi atención cuando me veas con el arnés puesto. Si lo haces, puedes distraerme y causarnos algún accidente y yo no debo fallar jamás.
No temas estar cerca de mí. Uno de los requisitos para poder ser perro de asistencia es tener un temperamento apacible y equilibrado, por lo que no haré daño sin motivo y me ayudarás a seguir cumpliendo con mi misión por mucho tiempo.
«No me tengas miedo, solo estoy cumpliendo con mi deber». -Franco
¿Me puedes ofrecer algo de comer?
Franco también nos explicó que no se le puede ofrecer ningún tipo de alimento, ya que él tiene un horario fijo de comida y su manejador es el único que puede encargarse de eso.
Puedo conocer más perros, pero….
Como petición especial, quisiera que si traes contigo a otro perro, lo controles para evitar que llegue a producirse algún accidente cuando pase a nuestro lado. Si te gusta que tus mascotas salgan a explorar las calles, por favor, nunca olvides tenerlas bajo supervisión y nunca sin correa.
El ser atacado podría generarme ciertos miedos y, como sabrás, una de mis mayores virtudes es ser seguro de mí para no dudar en lo que hago.
¿Y qué pasa en los lugares públicos?
Estoy debidamente capacitado para permanecer junto a mi manejador en todo tipo de establecimiento público, como establecimientos de salud, centros comerciales,
restaurantes, supermercados, cafeterías, cines, teatros, centros de estudio o trabajo, entre otros.
Ten por seguro que no causaré alteración al normal funcionamiento del establecimiento, ni molestias al personal o al público. De igual manera, estoy acostumbrado a viajar en todo medio de transporte echado a sus pies sin causar molestias a los pasajeros.
Siempre estoy alerta
Gracias a mi rigurosa capacitación, estoy amparado por la ley para acceder a los lugares a los que la persona a quien asisto tenga acceso. Nunca me verás vagando por el recinto a mi libre albedrío, pues soy perro de asistencia y debo estar disponible para cuando se me necesite. Podrás verme durmiendo plácidamente o tranquilamente relajado, pero siempre alerta por si soy requerido.
¡Agradezco mucho tu interés en conocerme y apoyarme!
Y no menos importante…
¿Te puedo pedir un último favor? ¿Me ayudas a difundir todo esto? Hay muchas personas que aún desconocen esta información y será de gran ayuda para todos.
¡Muchas gracias!
Franco, Perro Guía y visitante de honor en la Universidad Incarnate Word
