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Tradiciones de México: Pan de Muerto


Se termina el mes de octubre y con ello, se acerca la tradicional Celebración de Día de Muertos en México, lo que marca el inicio a una deliciosa temporada: el pan de muerto. Conoce el origen de esta delicia con la Directora de la Licenciatura en Gastronomía Internacional, la Mtra. Itzel Lieja.  


Desde tiempos prehispánicos, los pueblos indígenas rendían tributo a la muerte puesto que era el inicio del viaje al Mictlán, en el cual las almas de los difuntos tendrían que cruzar una serie de dificultades para llegar con Mictlantecuhtli: “El señor de los muertos” y Mictecacíhuatl o la “señora de los muertos”

Una vez que estas almas llegaban con los Dioses del Mictlán, debían rendirles una ofrenda con la finalidad de obtener de ellos el descanso para toda la eternidad.

Las festividades del 1 y 2 de noviembre llegaron a México en el siglo XVI, de forma inmediata, poco tiempo después de la conquista española, fueron celebradas en las primeras iglesias fundadas por los franciscanos en Texcoco, Tlaxcala y en el convento grande de San Francisco en la ciudad de México.

En la actualidad, las familias mexicanas en casi todos los rincones de la República Mexicana, celebramos en estas fechas (debido a que es el periodo en el que se marca el fin del ciclo anual del cultivo predominante de nuestra cultura: el maíz) con la intención de honrar el retorno transitorio de nuestros seres fallecidos a la tierra; montando en nuestros hogares una ofrenda en altares dedicados a lo que gustaban de comer en vida.

 


En esta ocasión hablaremos del pan de muerto, el cual tiene un significado muy especial para los amantes del pan, pues sólo se produce en las panaderías para celebrar un periodo ya no tan breve, para celebrar estas fechas.

La historia nos indica que, en la época prehispánica, en los altares de la celebración del paso de los difuntos al otro mundo, se montaban ofrendas con una gran variedad de lo que hoy se puede deducir eran panes, estos eran presentados de distintas formas, incluyendo uno con forma de mariposa que era elaborado con amaranto y otro que se parecía al conocido pan ácimo pero este era elaborado con maíz seco y tostado.

En el periodo de la conquista, esta tradición cambió cuando los españoles presenciaron los sacrificios humanos en las ceremonias celebradas por los indígenas y los españoles atemorizados, decidieron crear un pan redondo que fue espolvoreado de azúcar coloreada de rojo para simbolizar el corazón y la sangre del sacrificado y fue adornado con huesos hechos de masa; esta influencia tuvo un gran impacto en la celebración ancestral de los indígenas ya que comenzaron a usar ingredientes tales como la harina de trigo, la manteca, el azúcar,  y este pan era perfumado con naranja y anís. 

También nos podemos dar cuenta, el amaranto fue reemplazado por el trigo y se utilizó levadura para darle a la nueva forma de elaborar pan, una textura ligera y esponjosa.

Para los indígenas el pan redondo tuvo como significado el ciclo entre la vida, la muerte y la eternidad puesto que el círculo no tiene ni principio ni un fin realmente definido, con sus huesos de masa se representaba la conexión entre los vivos y muertos con el espíritu del fallecido en ocasiones podemos encontrar panes con las “canillas” entrecruzadas que hacen referencia a los 4 puntos cardinales, y con la flor de azahar se representa el aroma que guía a los difuntos hacia sus altares, ya por último el azúcar es la representación de las lágrimas de aquellos que lloran al difunto.

El paso del tiempo sólo nos demuestra el impacto que se tuvo no sólo entre las tradiciones indígenas y la influencia de los europeos sino en la dieta de nuestro país.

Y con esta deliciosa tradición, podemos reforzar la riqueza cultural que se dio con la conquista española.

El pan de muerto es un claro homenaje entre los vivos y los muertos, nos recuerda que nuestros difuntos, aunque ya no estén físicamente entre nosotros, su espíritu permanece aquí en la tierra, en nuestros corazones y en esta hermosa tradición. 

¡Hoy celebra a tus difuntos con un delicioso pan de muerto, trozo de cultura y siglos de cultura e historia de nuestro México!

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