La apertura de una nueva planta automotriz “Tesla” en Monterrey, abrió la discusión sobre las repercusiones que el establecimiento de esta empresa provocaría en materia de abastecimiento de agua en Nuevo León.
Como es de amplio conocimiento de la sociedad mexicana, hace varios días se anunció con júbilo la apertura de una nueva planta automotriz “Tesla” en Monterrey, noticia que a pesar de ser muy importante en el ámbito de la inversión extranjera en México, abrió la discusión sobre las repercusiones que el establecimiento de esta empresa provocaría en materia de abastecimiento de agua en Nuevo León, dejando en el aire la siguiente pregunta:
¿Los ciudadanos se verán perjudicados en su derecho humano de acceso a este vital líquido?
Esta incertidumbre “hídrica” no es para menos, pues en el año 2022 Monterrey padeció una severa crisis de suministro de agua provocada por la escasez de lluvias en la entidad, razón por la cual el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, inicialmente se opuso a la instalación de esta empresa en el norte del país.
Ahora bien, para vislumbrar si la incorporación de esta planta automotriz en México perjudicará el derecho de acceso al agua en perjuicio de la población, nos parece que se deben responder dos preguntas:
¿Cómo se distribuye el agua en México?
¿Esta empresa utilizará agua de abastecimiento público para su operación?
En cuanto a la primera cuestión, según datos de la Comisión Nacional del Agua, correspondientes al reporte “Estadísticas del Agua en México 2018”, el 76% del agua en nuestro país se destina a la agricultura, el 14% al abastecimiento público que se distribuye a los ciudadanos a través de las redes de agua potable, mientras que el 5% es utilizada por las industrias autoabastecidas, las cuales toman el agua directamente de los ríos, arroyos o lagos.
Estos datos nos indican que el Estado mexicano no ha otorgado preferencias al sector industrial por encima de la población en lo que se refiere al suministro de agua, por lo que en realidad empresas como Tesla no representan un factor de riesgo en relación al problema de escasez de agua para el uso doméstico de la población. Lo anterior nos conduce a la segunda pregunta planteada, pues la solución para evitar un desabasto hídrico en perjuicio de los habitantes de Nuevo León está en el uso de agua residual tratada.
¿México cuenta con políticas públicas suficientemente sólidas para el uso de aguas residuales?
De acuerdo a la “Agenda ambiental 2018 Diagnóstico y propuestas” publicada por la Universidad Nacional Autónoma de México, en la República Mexicana sólo el 57% de las aguas residuales son tratadas, panorama que por supuesto no luce alentador.
Sin embargo, tomando en consideración que Nuevo León es una entidad federativa que cuenta con un importante sector industrial que requiere del servicio de tratamiento de aguas residuales, el Director General de Agua y Drenaje de Monterrey, Juan Ignacio Barragán, informó en conferencia de prensa celebrada en el mes de marzo de este año que en Nuevo León se ha implementado un plan de políticas públicas destinado al tratamiento de agua residual, con 40 plantas tratadoras que cuentan con una producción de 16,167 litros por segundo.
Toda esta exposición nos permite concluir que, la instalación de Tesla en México no debería traer consigo un desabastecimiento de agua potable en perjuicio de los ciudadanos de Nuevo León, siempre y cuando el gobierno del Estado fortalezca sus políticas públicas de tratamiento de agua residual y vigile de forma estricta que este líquido (y no el agua potable) sea destinado para la operación de su nueva planta.
Por: Mtro. César Alberto Arenas Flores
Docente en Incarnate Word, Campus Mexico City, en las siguientes asignaturas:
Introducción al Estudio del Derecho
Teoría General del Proceso
Derecho procesal civil
Derecho Civil I
Derecho notarial y registral
Derecho constitucional I
Correo electrónico: alberto.arenas@ciw.edu.mx